
A Illa de Arousa es una isla y municipio español que se encuentra en el corazón de la ría del mismo nombre, en la provincia de Pontevedra, Galicia. Tiene una superficie de 7 km², en los que viven alrededor de 5.000 habitantes concentrados en un istmo estrecho (y sus inmediaciones) que une una pequeña península donde se encuentra el punto más alto del municipio con el resto de la isla. Enlaza con el continente por medio de un puente de casi 2 km de largo (uno de los más largos de España) inaugurado el 14 de septiembre de 1985, que ha dinamizado enormemente la economía de la población, pues antes los desplazamientos se realizaban en pequeños vapores con horarios determinados. La Unión Europea la declaró Reserva Natural gracias a sus 36 km de costa, de los que 11 son de playa, con arena fina y blanca.
Un Molino de Mareas, en la Ensenada Brava, es una buena muestra más de la sabiduría popular y de la estrecha relación que siempre hubo entre la vida de los isleños y el mar.
El Faro de Punta Cabalo se yergue entre las rocas en un paisaje de incomparable belleza, luz en la noche de los pescadores, que señala el comienzo de la noche y el camino de vuelta a casa.
Los lugares de mayor interés son el Faro de Punta Cabalo , el Islote Areoso (cercana a la isla de Arosa) y el Parque natural de Carreirón, catalogado como zona de especial protección para las aves por la poblaciones de garza real, entre otras, que habitan en la isla.
A Illa de Arousa constituye un lugar privilegiado para la vida de las aves, lo que le valió la catalogación de una parte de su territorio, Punta de Carreirón, como Zona Internacional de Especial Protección para las Aves.
Contemplar una garza pescando en una marisma o el espectacular vuelo de una bandada de patos es una experiencia que se puede vivir desde una de las dos casetas especialmente diseñadas para el seguimiento de aves en Punta Carreirón. La rica naturaleza de la zona permite conservar una gran diversidad de ecosistemas, desde los sistemas dunares, pasando por las marismas, los matorrales, los pinares o el impresionante paisaje submarino de su litoral.

Los vientos, las olas y las mareas esculpieron en las rocas un sinfín de formas caprichosas que, sin pretenderlo, alimentan la imaginación; nos hacen ver formas humanas, animales o abstractas, poblando un mundo fantástico y mágico al que los isleños le han puesto nombres como: Con dos Tres Pés, Con do Fuciño do Porco, Con do Cocodrilo, etc. El viajero disfrutará visitando esta singular exposición de esculturas, colores y texturas con que la Naturaleza nos deleita.

En un apacible paseo por la Isla se pude ver agradablemente sorprendido por la presencia de animales silvestres – conejos, lagartos, ranas, pájaros – y por la variedad de plantas silvestres, y admirar los colores rosas, púrpuras y lilas de los brezos, los amarillos de las silvas y retamas, los mares dorados de las gramíneas hasta endemismos dunares como el “cardo leiteiro”.
El punto más alto de la isla es el Mirador O Con do Forno, desde donde se puede contemplar el pueblo y su actividad turística y comercial, así como la belleza del paraje. Desde este mirador, al pie de su figura, se puede contemplar una maravillosa vista panorámica de toda la isla. Es interesante observar la colocación del pueblo alrededor de las zonas más cobijadas de las fuerzas del mar y el viento.
En 1995, a partir de la presión social desarrollada por sus vecinos, accedió a un gobierno municipal y hoy en día es el ayuntamiento más reciente de Galicia y el único insular.
A Illa de Arousa como espacio natural y pueblo marinero, con vistas hacia el mar abierto y la ría, con mágicos amaneceres y con una costa recortada y suaves montes. Toda decorada con imprevistos verdes y azules que custodian los colores ocres y dorados de la multitud de playas que rodean su silueta.

La economía de la isla se basa sobre todo en la pesca, el cultivo del mejillón en bateas y el marisqueo, pero también el turismo deja importantes dividendos. La Isla y el mar son compañeros inseparables. El mar es la fuente de riqueza que tienen los habitantes de A Illa de Arousa desde tiempos inmemoriales. Al amanecer en la isla huele a pescado fresco y salitre. Las actividades marineras, marisqueras y pesqueras son una vivencia cotidiana para todos los isleños. Los tipos de embarcaciones, aparejos y artes son innumerables según la captura que se pretenda: gamelas; barcos de cerco; la dorna, bote tradicional por excelencia; la batea, la forma más característica de criar mejillón; la nasa, que se emplea para coger marisco; los rastros o raños para coger bivalvos, etc. No hay rincón en la Isla donde no se encuentre alguna señal de estas actividades marineras, pero es en el Puerto do Xufre , en los alrededores de la lonja y en el Muelle do Campo y Cabodeiro donde el bullicio marinero se muestra en su máximo esplendor.

SITUACION
GEOGRAFICA